El término offshore es un adverbio anglosajón que se traduce como costa afuera. En acuicultura se emplea para definir la producción que se realiza en aguas abiertas o en mar abierto alejadas de la costa en ambientes oceánicos expuestos y con corrientes oceánicas más altas de lo que sería cerca de la costa, a poca distancia.
Esto excluye las granjas marinas de salmón en Noruega, situadas en Fiordos junto a la costa, o la mayoría de las granjas marinas de Grecia y Turquía, que se ven influenciadas por su corta distancia a la costa.
La industria asociada a esta práctica acuícola está llevando un desarrollo tecnológico propio para hacer frente a los retos logísticos y medioambientales que implica, creando nuevas oportunidades de empleo para técnicos acuícolas y pescadores al precisar de operaciones con barcos en alta mar.
En España, la revolución en “mar abierto” se produjo hace una década, con granjas situadas en concesiones a partir de 2 millas de la costa, en aguas expuestas a fuertes temporales y condiciones oceanográficas duras, y hoy en día es uno de los principales métodos de producción de dorada y lubina en el Levante mediterráneo español.
Las últimas tendencias apuntan a granjas más grandes con sistemas de tren de jaulas de mayor diámetro cada una y más capacidad de producción, realizada a distancias de entre 3 a 200 millas de la costa. También se intentan asociar a parques eólicos en mar abierto ya que los costes operacionales y de inversión suelen ser cada día más altos.